El puente, aquel que nos ayuda a cruzar de una orilla a otra, a encontrarnos con lo perdido o hallar lo que buscamos, es como tomar decisiones, todos en un momento de sus vidas tienen que tomarlas. Decisiones que nos llevaran hacia nuestro destino, no sabemos cual, la decisión que tomemos será, en muchos casos, crucial en nuestra vida, afortunada o equivocada, ¡quien sabe! Quizás lo mejor es quedarse en el centro del puente y esperar, puede que pase un barco por debajo y nos permita dar el salto que nos libre de la disyuntiva de escoger. Muchas veces la espera da al tiempo la ocasión de cambiar aquello por lo que tenemos que decidir, la reflexión, la paciencia el dejar que la mente y el corazón se pongan de acuerdo, nos ayuda a tomar el camino que ha de guiar nuestra vida.
Hace unos años que pinte este puente y no es el único, tienen algo psicológico para mi, es algo estático pero que te lleva de un lugar a otro, te hace cruzar las aguas corrientes de los río, unas turbulentas y otras de suave fluir. Como la misma vida.