Así vi un día la torre de La Giralda, el cielo con nubes, pero aún así, sin su cielo azul lleno de luz que la iluminara, estaba majestuosa. Desde su altura ve los cambios que el hombre hace de su Sevilla.
Hay aciertos y errores, la modernización que en unos años se ha llevado a cabo en bien de los ciudadanos, para su comodidad, esto no lo niego, conlleva la perdida de ese algo de ciudad antigua, si una ciudad necesita arreglos, se hacen pero respetando su estilo, no haciendo cosas tan modernas que rompen con el entorno.
Hoy subo estas fotos por que me parece que ya no me quedan pinturas para subir. En una semana terminare las que estoy haciendo.
Todos los días quiero pintar, pero me falta tiempo, ¡este se va tan rápido! Hoy me he enterado que va para cuatro años que estuve en Tarragona visitando a mis cuñados, yo pensaba que no llegaban a dos ¡¡Como es posible!! ¡Claro! Así cada mañana al mirarme al espejo me encuentro con una señora mayor que me recuerda a alguien, a una persona que ya casi no recuerdo su físico, tengo que ir al álbum de fotos para ver como era.
Lo malo del paso de los años es que en muchas personas no acompaña el envejecimiento del cuerpo con la mente, pero de lo que me he dado cuenta, es de que la señora mayor del espejo, hace una cosa que no ha hecho nunca, y es que desde hace poco tiempo, cuenta los años no por los que faltan, sino por los que quedan.