El martes me lo traje del taller sin dar los últimos toque por que quería hacerlo en casa más tranquila y concentrada.
Mi hijo me ha comentado que a las escaleras le falta perspectiva, y pienso que lleva razón, pero como no soy profesional de esto ni de nada, lo dejare como está.
En la vida nada es perfecto, es un error perseguir la perfección en todo lo que hacemos por que se pierden muchas oportunidades de hacer otras cosas.
Yo he sido una perfeccionista, o lo soy, pero ya no me reprocho si algo no sale como quiero, ahora disfruto con lo que hago, este mejor o peor hecho, lo importante es el tiempo que paso entretenida sin pensar en el que me queda o en el que me falta.
Vivir el día a día en compañía de mis seres queridos, ayudarles en lo que me pidan y pasar el máximo tiempo con mi esposo haciendo lo que nos gusta a cada uno.
Lo que tenga que venir...¡Vendrá!
