Ayer domingo al pasar por el puente me encontré con estas regatas. Estaba muy bonito el río con tantos barquitos y sus velas blancas, hacia mucho aire y se veía una gran nube muy oscura y con ganas de descargar, así que no nos alejamos mucho al principio temiendo mojarnos.
Me acompañaba una sobrina, nieta de una de mis hermanas y mi perrita Lacky, a la que le encanta que la lleve al puerto, allí la soltamos y no para de correr, cuando llegamos a la puerta del jardín, entramos y paseamos por el, da gusto hacerlo por que es más pequeño que el parque y con muy poca gente, por no decir que se pueden contar con los dedos de una mano.
Los días de trabajo solo se ven a los jardineros y algún coche de vigilancia, estos también los ve por el puerto dando vueltas, a mi me da confianza y tranquilidad para pasear por estos lugares poco concurridos pero muy buenos para hacer ejercicio.
Hay que animarse a salir para andar a paso ligero, el que pueda y si no se puede con la practica se consigue. Lo que no hay que hacer es dejarlo, si el primer día se vuelve cansado, al siguiente lo estará menos, y así sucesivamente.
Una caminata de un hora diaria, nos quita de muchas pastillas ¡¡Animaos!!