Mientras termino la pintura que estoy haciendo, vuelvo a subir esta que es una copia de un pintor del que no se el nombre, ya que me dieron una fotocopia muy mala y casi tuve que adivinar los colores.
Me da pena ver como me voy y dejo pasar el tiempo sin hacer todo lo que me gustaría dejar hecho.¡No! No es que esté enferma y me esté yendo para el más allá. Eso tendrá su momento como todo. Lo que pasa es que estoy reflexionando sobre lo que todos decimos cuando llegamos a una edad. Siempre pensamos, decimos o comentamos ¡Como se va el tiempo! ¡Pero que barbaridad! ¿Ya ha pasado un a semana? ¿Un mes , un año? ¡No! El tiempo ni corre ni vuela, solo tenemos que mirarnos las manos, no digo ya la cara por que hay que ir al espejo para verla, con solo mirarnos las manos nos damos cuenta que no es el tiempo el que se va, somos nosotros los que vamos cumpliendo etapas en nuestra vida, unos con más suerte y otros con menos y así hasta que el ciclo termina. Este, para cada ser es distinto, los hay que lloran por que están y otros lloran por que se van.
Así de triste es ese sueño al que llamamos muerte, nos deja huérfanos de cariños, de voces conocidas y de abrazos y besos compartidos.
¡Que dolor, cuando llega de improviso para los allegados! Pero que pena, que amargura y tristeza cuando te lo anuncian a ti, o a un ser querido y ves que el plazo se va cumpliendo, luches o no, todo va llegando a su fin.
Me da pena ver como me voy y dejo pasar el tiempo sin hacer todo lo que me gustaría dejar hecho.¡No! No es que esté enferma y me esté yendo para el más allá. Eso tendrá su momento como todo. Lo que pasa es que estoy reflexionando sobre lo que todos decimos cuando llegamos a una edad. Siempre pensamos, decimos o comentamos ¡Como se va el tiempo! ¡Pero que barbaridad! ¿Ya ha pasado un a semana? ¿Un mes , un año? ¡No! El tiempo ni corre ni vuela, solo tenemos que mirarnos las manos, no digo ya la cara por que hay que ir al espejo para verla, con solo mirarnos las manos nos damos cuenta que no es el tiempo el que se va, somos nosotros los que vamos cumpliendo etapas en nuestra vida, unos con más suerte y otros con menos y así hasta que el ciclo termina. Este, para cada ser es distinto, los hay que lloran por que están y otros lloran por que se van.
Así de triste es ese sueño al que llamamos muerte, nos deja huérfanos de cariños, de voces conocidas y de abrazos y besos compartidos.
¡Que dolor, cuando llega de improviso para los allegados! Pero que pena, que amargura y tristeza cuando te lo anuncian a ti, o a un ser querido y ves que el plazo se va cumpliendo, luches o no, todo va llegando a su fin.