Parque de los Príncipes

Hace unos días, fui a pasear con mi perrita Lacky y llegue hasta el Parque de los Príncipes, entre para respirar un poco mejor entre los árboles, ya que por las calles, con tantos coches, solo se respira humo.
Lacky se lo pasó muy bien, le puse la correa larga y la deje que corriera por el césped, así íbamos las dos entretenidas, yo por los caminos asfaltados y ella por el césped. Cuando me encontraba una naranja en el suelo le daba con el pie y ella corría detrás de ella, con la vista en la perra y en la tierra, llegue a la bifurcación del camino, levante los ojos para ver cual tomaba y enfrente de mi... había un chico sentado en un banco de piedra y una chica sentada a horcajadas encima de el, besándolo y haciendo unos movimientos que no podían ser más explícitos para saber lo que estaba pasando, sin pensarlo baje la vista, me di la vuelta y seguí por el otro camino.
Sentí vergüenza ajena, eran las doce del día. Pienso que no es agradable encontrarse en un parque publico estas escenas, las cosas intimas, en la intimidad.

Hoy día vemos sexo en todas partes, en el cine, los anuncios, las revistas, en la calle...no escapa nada. Lo malo que veo es que las nuevas generaciones creen que eso es el amor, no saben que lo primero es amar y este sentimiento limpio es el que le llevara a una sexualidad plena y feliz.

No somos animales, los instintos hay que canalizarlos a través del amor. 


Esta pintura la hice en el año 2002, creo recordar que era una fotocopia hecha a un cuadro de la profesora que teníamos aquel año, en este momento no recuerdo su nombre. Es en tabla y pequeño.
 

Margaritas delante de una puerta.

Hoy día de San Valentín, según dicen, día de los enamorados. Yo nunca regale ni fui regalada en este día. No me gusta que me impongan cuando tengo que hacer un regalo o decir un te quiero, eso lo hago yo cuando me apetece, cuando siento el deseo de hacerlo y decirlo. No tengo ningún día especial, todos son buenos para amar y tener un detalle con la persona amada, aunque para mi son más importantes otras cosas que las materiales. Pienso que para cualquier persona es más confortable sentirse rodeada, por unos brazos llenos de amor que le acerquen a su pecho y sin decir palabras, sienta el amor puro, sin egoísmo de su  pareja. 
Los dos sienten, que a través de los años han ido construyendo un amor lleno de confianza y fidelidad  entre ellos.
La edad no impide amar, para mi el verdadero amor es el que llega con los años de convivencia, cuando conseguimos despojarnos de egoísmos y obsesiones y pensamos en el otro, sin renunciar a ser nosotros mismos.
  
Este  pequeño cuadro lo pinte en casa, es una puerta vieja, hecha con tablones viejos y pintados de dos colores, y en sus bajos una planta de margaritas silvestres, sencillas y humildes alegrando la vieja puerta.                         

¡¡GRACIAS!!

Estas flores  las pongo aquí para agradecer a todos los compañeros blogueros, a los que pasan sin dejar comentario y sobretodo a los que los dejan dándome ánimos para seguir pintando. No os imagináis el bien que me hacéis, cada día abro el correo esperando encontrar esas palabras que me ayudan tanto y me dan la ilusión que necesito para seguir. Estoy bien, solo quiero pensar en mi familia, en mis compañeros de los talleres que también me animan con la pintura, mis profesores que me atienden y enseñan con toda humildad...
A todos ¡Gracias! Sacare tiempo para seguir con esta distracción tan bonita y que yo recomiendo a todo aquel que tenga la más mínima inquietud por el arte. 
Se disfruta más construyendo que mirando, esto no quiere decir que que no disfrutemos cuando estamos ante una gran obra de arte, da igual cual sea la rama, literatura,escultura, arquitectura pintura, orfebrería, joyería... ¡Hay tantas cosas que admirad hecha por las manos del hombre y de la mujer!...   
                                              

Hortalizas

Hoy he ido al taller del distrito que está en el Parque de los Príncipes, he hablado con el profesor y me ha dicho que pinte en casa si no tengo ganas de ir, que el me lo verá y corregirá,  me ha aconsejado que copie a buenos pintores y como a mi me gustan los impresionistas voy a hacerle caso y a ver si consigo aprender  de ellos.
Este cuadro de hortalizas es una copia de un cuaderno de pintura. Mirándolo... pienso que no está mal que copie, lo que tengo que hacer es no comparar lo que yo haga con el original, puedo aprender y a la vez personalizar mi pintura con el color o cambiando algunas cosas, o como dice mi profe Vicente, escoger una parte del cuadro que más me guste y hacerlo en pequeño formato, lo importante es que practique y pinte mucho, solo así perderé el miedo al pincel, Alicia, mi profe de Caritas me decía ayer que es normal que pase, que no me preocupe que poco a poco lo iré venciendo,¿Pero cuando? Llevo quince años aprendiendo. ¿Tendré otras quinces para conseguirlo?                                                      

Las dos barquitas

Hoy subo este pequeño cuadro que lo pinte en el año noventa y cuatro. Me he prometido no sacar los defectos que le veo ya que un compañero de blog me ha dicho que si no lo hago ver, ellos no se dan cuenta.   Cuando hice esta pintura aún vivía mi padre, el también copio esta lamina en un tamaño más grande. Pensando en el y en sus aficiones me doy cuenta de que me parezco en algunas cosas a el, cuando se jubilo, a los setenta años, se puso a pintar y a hacer bricolaje además de tocar el piano y componer su música, yo empecé a pintar con veinte años menos que el. 
Los primeros años iba a los talleres y también pintaba en casa, aprendí lo poquito que se, y no es modestia, es la verdad, solo se hacer bien manchar la tela, todos los profesores que he tenido me dicen que están muy bien y bonitos los colores, lo malo viene cuando hay que construir el motivo, arboles, casas, agua...Hoy le he dicho a mi profesora Alicia que quiero aprender a pintar con la pincelada suelta que es el estilo de pintura que a mi me gusta. Para ello tengo que pintar en casa, ponerme un horario para cada cosa que tengo que hacer. Ya me encuentro muy bien de salud y estoy contenta y feliz, creo que si me organizo tendré tiempo para todo y quien sabe, si sigo cumpliendo años puede que llegue a pintar bien como mi tía Conchi, que a sus ochenta y cinco años sigue pintando, ¡Y muy bien!