Ordenando las fotografías para no perder tiempo en buscar la que voy a subir al blog, me he encontrado con esta.
Este muñeco de pasta, negrito, y con una cara preciosa, me lo regalaron, o me lo dejaron los Reyes Magos, ya que yo con ocho años aún creía en ellos. Venia con un baúl, que aún conservo, con su peine, espejo, orinal y trajecitos hechos de punto y cintas. Ya con los años mi madre me contó que los hizo ella.
Este muñeco de pasta, negrito, y con una cara preciosa, me lo regalaron, o me lo dejaron los Reyes Magos, ya que yo con ocho años aún creía en ellos. Venia con un baúl, que aún conservo, con su peine, espejo, orinal y trajecitos hechos de punto y cintas. Ya con los años mi madre me contó que los hizo ella.
Lo guardo como un tesoro, solo verlo me lleva a aquella noche de reyes, que como todos los años no me podía dormir de los nervios, hasta que el sueño me vencía, así y todo me despertaba muy temprano para a tientas, sin encender la luz, comprobar si ya habían pasado a dejarme los regalos.
Agachada en el suelo, extendiendo los brazos hacia delante, buscando, con el corazón latiendo rápido de la emoción y el miedo de que los reyes estuvieran allí y encontrándome levantada se enfadaran y se fueran sin dejarme los juguetes. ¡Que alegría, cuando mis dedos tocaban las cajas! Salia corriendo a la habitación de mis hermanos y todos a la de mis padres.
¡Qué lindos recuerdos! Yo todavía tengo presente, la decepción tan grande que me llevé cuando me enteré que no había tales Reyes ¡con lo convencida y feliz que estaba!
ResponderEliminarDe aquella época de mi niñez, no conservo nada, te admiro porque puedes mostrarnos algo que aún permanece vivo pese al tiempo.
Te mando mis cariños en un fuerte abrazo.
Kasioles
¡Bello recuerdo!
ResponderEliminarTodos tenemos bellos recuerdos de aquellos años infantiles donde los Reyes Magos eran de verdad y traían misteriosos y humildes regalos que resultaban mágicos; luego vino un enemigo, fingiendo que era amigo y nos desinfló el globo.
ResponderEliminarPaso a saludarte para hacerte participe del entusiasmo que me invade el corazón durante estos días. En la tierra que me ha visto nacer, crecer y desarrollarme como persona...¡¡Asturias!!
Cuando pasen las fiestas y regrese a mi habitual paisaje afortunado canario, volveré a abrazar la calidez de las letras, para seguir derramando los sentimientos archivados en las arcas del pensamiento.
Te dejo…
El sabor de un viejo abrazo
y un beso sin rubor.
María del Carmen
¡Que hermoso recuerdo!
ResponderEliminarQue bonita muñeca y esta como recien comprada, un lujo para el alma contemplarla.
Un beso Marinela.
mariarosa
Bonitos recuerdos, si fuera una niña me encantaría de haber tenido una así:-)
ResponderEliminarUn abrazo
Che bella bambola ...piena di ricordi belli, grazie per aver condiviso.
ResponderEliminarMe encanta tu muñeca. Precioso tesoro.
ResponderEliminarBesitos,
yu