Volver a lo cotidiano.

Parece mentira lo que cuesta comenzar de nuevo aquello que dejamos de hacer durante un tiempo. A mi me pasa, me está pasando con esto de escribir en el blog, también me pasa al empezar de nuevo a pintar.Si salgo de casa por más de una semana, cuando vuelvo es como si tuviera que aprender todo de nuevo, entro en la cocina y parezco una novata ¡Como es posible! Menos mal que esto dura poco, ¡Tenemos que comer, es lo primero que recuerdo!
Comprendo a aquellas personas que dicen tener depresión después de las vacaciones y es que a no hacer nada se acostumbra una corriendo.
A mi, cuando tenia un montón de años menos no me pasaba, volvía de las vacaciones con las fuerzas renovadas y deseando estar en casa para seguir con mis tareas cotidianas. Ahora ya nada responde como antes, ni el cuerpo ni la mente, hay que estar encima y pendiente de lo uno y de la otra. Si un día te encuentras más cansada de lo habitual y te sientas en el sillón más horas de la cuenta, a la mañana siguiente el cuerpo te pasa factura, la agilidad que te da el ir al gimnasio se esfuma en una semana que te quedes en casa.

Igual pasa con la mente, si dejas de entrenarla se vuelve vaga y las ideas no fluyen y las cosas se olvidan.
La memoria, este don tan maravilloso que tenemos y que cuando somos jóvenes, apenas nos damos cuenta de el, por que es algo natural, solo cuando empieza a fallar con los años es cuando nos percatamos de su importancia, de la cantidad de paseos que nos ahorraríamos si nos acordáramos a lo que íbamos a la cocina o al dormitorio. Cuantas veces volvemos del Supermercado con un montón de cosas menos la que teníamos que comprar.
¡En fin! Ya sabemos que los años no perdonan.




8 comentarios:

  1. Querida Marianela, dicen que a la mente hay que entrenarla con diferentes acitvidades: crucigramas, mucha lectura, en tu caso pintar. Siempre debe hacer o aprender algo nuevo.

    La pintura que has publicado me sorprende, es un monje apoyado en una pared, esperando...

    ¿Estoy equivocada?

    Un beso.

    mariarosa

    ResponderEliminar
  2. Importa que você está de novo no blog. Um abraço, Yayá.

    ResponderEliminar
  3. Vengo tras la huella que has dejado en el jardín, y te leo, es cierto el cuerpo es realmente vago pero luego si no lo ejercitamos se duele de no haberle prestado la atención debida, pero veo que sabes recuperarlo.

    ResponderEliminar
  4. No, los años no perdonan, yo por ejemplo ya no me hago 500 abdominales, ni me voy a correr después durante 4 ó 5 horas, sin embargo hace diez años...¡TAMPOCO!
    Pero no me pongo en el dilema de sentarme en el banco de los jubilados, con la garrotilla y la gorra de visera o querer aparentar ser más joven de lo que soy. Voy aceptando mis años y me divierto con "casi" todo.
    Hoy toca cocinar, mañana filatelia o escribir, pasado bricolage...
    ¡MUAC!

    ResponderEliminar
  5. Gracias por visitarme, me he propuesto reiniciar todas mis actividades haciendo un gran esfuerzo, pero lo intentare.
    Mariarosa, el cuadro no es una monja, es un chico árabe.
    Lo copie de una fotografía de Marruecos.

    Un abrazo para todos.

    ResponderEliminar
  6. No culpemos a las vacaciones, sino al ocio. Cuerpo y mente necesitan ejercicio diario, por eso es conveniente someterlos de continuo a alguna actividad que mantenga el músculo y las neuronas activas, para que no se duerman. ¡Ánimo!

    ResponderEliminar
  7. Querida Marinela:es cierto cada dia cuesta más hacer las cosas........pero tus pinturas continuan frescas como siempre.

    Un gran abrazo
    Isabel

    ResponderEliminar
  8. Ha sido un placer conocer tu espacio lleno de encanto y colorido.....gracias por tus amables palabras amiga.

    Un fuerte abrazo.
    Isabel

    ResponderEliminar

Gracias por tu visita.