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El Amor

                              Entre la niebla espesa baila el corazón,
a la llegada de pasos suaves con zapatos de tacón.

Tímida y cálida la mirada que en él se posa,
 ella... apoyada en la entrada de la alcoba.

Sus ojos se abren, se cruzan las miradas llenas de anhelos y
 deseos reprimidos durante largo tiempo.

Sus cuerpos desnudos ya en el lecho descansan,
 cumplido el sueño de los enamorados... sobran las palabras.

Las manos cálidas acarician y hablan.
 Abrazados, sus labios sellan el amor consumado.

Marinela

Primer contacto



En la pradera de su vientre sembró semillas para una flor,              
 el viento huracanado con dolor se la arrebató.
Sus brazos la recogieron acunando su primer llanto.
Lagrimas en los ojos y risa en sus labios.

 Nuevo sentimiento nunca sentido
 era el primer contacto de una  madre con su hijo.

Marinela

La espera


Alerta el oído vigilante la mirada,
dolorido el corazón esperando en la madrugada.
Perfume barato inunda la alcoba,
cierra los ojos, aprieta la boca
y hunde el rostro en la almohada rosa.
Lágrimas secas se guarda,
en lo profundo del alma ya no queda nada.

Marinela









Rosa tuve por cama.

Rosa si no te cogí fue
 porque no me dio gana,
al pie de un rosal dormí
y rosa tuve por cama,
de cabecera un jazmín.

Versos escritos por Don Antonio Chacón. Cantaor de flamenco.

Don Antonio Chacón
Decir su nombre es para muchos el mejor cantaor de todos los tiempos, reconocido y proclamado por poetas, aristócratas, intelectuales, el pueblo y los propios artistas.
Fue el cantaor por excelencia, el más completo, por su maravillosa voz, dominio absoluto del compás, expresiva emotividad, aportación artística y gran cultura del cante.
Su bondadosa condición humana, su innato señorío y la gran tarea de recopilación, defensa y divulgación y dignificación del flamenco, le hicieron acreedor del tratamiento de don cuyo reconocimiento, desde el Rey para abajo, se le otorgó espontáneamente como recompensa para quien tuvo un origen tan humilde, zapatero remendón.
Nació el 16 de mayo de 1869 en Jerez de la frontera (Cádiz) España y murió en Madrid  en 1.929 sin ver como la UNESCO decidió incluir al Flamenco en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Texto sacado del libro  50 años de FLAMENCOLOGÍA, de José Blas Vega

El mar te trae, el mar te lleva.



Príncipe de las mareas.
El mar te trae, el mar te lleva.
Dejando lágrimas saladas,
 A quien te espera.
Sonríen tus ojos.
Tus labios se pliegan.
Tu amor vas dejando
 Allá por donde navegas.
El viento trajo tu voz.
Sentí punzada en mi carne.
El nombre que repetías...
¡Amada, quiero besarte!

Marinela