Entre la niebla espesa baila el corazón,
a la llegada de pasos suaves con zapatos de tacón.
Tímida y cálida la mirada que en él se posa,
ella... apoyada en la entrada de la alcoba.
Sus ojos se abren, se cruzan las miradas llenas de anhelos y
deseos reprimidos durante largo tiempo.
Sus cuerpos desnudos ya en el lecho descansan,
cumplido el sueño de los enamorados... sobran las palabras.
Las manos cálidas acarician y hablan.
Abrazados, sus labios sellan el amor consumado.
Abrazados, sus labios sellan el amor consumado.
Marinela